Los cambios bruscos en el peso corporal, los embarazos, la constitución corporal de cada persona hacen que el abdomen pierda sus funciones de “cincha” que aloja y contiene los órganos y vísceras, provocando que los músculos abdominales se relajen y separen entre sí, la piel del abdomen crezca, se estríe, caiga y forme pliegues o faldones, y el tejido adiposo gane lugar.

Ello le da un mal aspecto a esa zona corporal tan importante en la contribución a la silueta corporal. Se corrige mediante el procedimiento quirúrgico llamado Abdominoplastia o Dermolipectomía Abdominal.

En el mismo se realiza en forma rutinaria una aspiración de los tejidos grasos excedentes del abdomen anterior y los flancos, y se practica una incisión horizontal en la parte baja del abdomen (al tipo de las realizadas en las cesáreas), y cuya longitud depende de la cantidad de piel a extraer. Se levanta y separa la piel hasta el ombligo, y se la baja a manera de cortina, retirando toda la piel excedente, se vuelven a unir los músculos al medio, devolviendolos a su posición anatómica, y se rehubica el ombligo.

La cicatriz resultante queda oculta por la ropa interior, y en el borde del ombligo

Es probable el uso de unos tubos de drenajes por unos tres a cuatro días posteriores, y de una faja abdominal por treinta días, para evitar la acumulación de edemas y líquidos (llamados seromas).

Los puntos se retiran entre los diez y quince días.

Se indica la realización de maniobras de drenaje linfático por parte de un kinesiólogo especializado, dos a tres veces por semana por tres a cuatro semanas.

Abdominoplastia